DE LA PEDIDA AL XOCHITELPOCH
Por Zepeda Luna María José
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03/MAYO/2018
Comúnmente estamos acostumbrados a que, cuando alguien hace mención de la palabra “boda”, imaginemos lo que toda la vida se nos ha enseñado en la televisión, el cine e incluso experiencias propias.
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La mayoría de veces imaginamos una boda como una gran fiesta en un salón espléndido y lujoso, con una ceremonia inolvidable, ya sea por el civil o algún rito de determinada religión. Sin embargo, no siempre es lo mismo. La forma de celebrar y llevar a cabo una boda cambia de manera significativa en diferentes contextos.
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Tal es el caso de las celebraciones que se llevan a cabo en la junta auxiliar de San Miguel Canoa. Este es un poblado perteneciente a la ciudad de Puebla. Ubicada bajo el resguardo de la Malinche y marcada históricamente por una barbarie, esta localidad cuenta con tradiciones y costumbres en torno a las bodas que difieren bastante de lo acostumbrado en una ciudad y también de otras localidades.
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Guiadas por su origen indígena nahua, en conjunto con aspectos pertenecientes a la iglesia católica (la cual tiene mayor presencia en esta comunidad desde su formación), las costumbres que se llevan a cabo en la realización de una boda cuentan con elementos que le otorgan esa singularidad.
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Pero no todo se concentra en el día en que se contrae matrimonio. Aquí, la cultura que antecede a la realidad que se vive, se hace presente desde el día de la “pedida”, lo que generalmente se conoce como la cena de compromiso o pedir la mano de la novia.
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Dos tipos de compromiso.
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En esta localidad, pedir la mano de la novia no representa que se llevará a cabo una boda. Es por esto que existe dos casos, el primero es “robarse a la novia” y el segundo “pedir a la novia”.
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Popularmente “robarse a la novia” no implica un compromiso serio. No obstante en la localidad de San Miguel Canoa, adquiere un carácter que sí conlleva cierta formalidad y un compromiso serio.
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Para empezar, el hecho de irse de casa, ya sea por parte de una mujer o de un hombre, sin previo aviso ni autorización por parte de su familia, para irse a vivir en pareja, es llamado coloquialmente en esta comunidad como “robarse a la novia”.
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Fotografía: multitud.com.mx
En este tipo de situaciones, lo que dicta la costumbre es, en la caso de ser un hombre quien se lleva a su pareja a vivir con él, ir al siguiente día de haber ocurrido este acto, a la casa de la familia de la novia a lo que llamaremos “ir a avisar” o simplemente “avisar”.
Esta acción consta en presentarse en la casa de la novia a pedir, en primer lugar, una disculpa por no haber notificado con anterioridad sobre la decisión de su hijo y su novia. En ese momento se fija o agenda una reunión en la cual, la familia del novio lleva presentes a cada integrante de la familia de la novia que asistirá a dicha reunión.
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Los presentes son llevados en chiquihuites, cestos cilíndricos tejidos con chinamite, que son generalmente empleados como contenedores. El día de la reunión éstos cestos van cubiertos con un pequeño mantel o servilleta bordada con motivos florales.
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En su interior deben llevar, a manera de.obsequios. una serie de elementos de los cuales destacan o no pueden faltar:
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1.Fruta.
La fruta es vista como un regalo que simboliza salud y buenas intenciones por parte de la familia que lo presenta.
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2.Pan
Generalmente el pan es visto como un signo de
que a la joven no le faltará nada en su nueva vida junto a su pareja.
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3.Bebidas alcohólicas.
El motivo que envuelve a este obsequio es meramente festivo. Lo que se pretende con esto es comenzar una relación de amistad, cordialidad o armonía entre ambas familias.
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A pesar de esto, esta reunión no supone que se llevará a cabo una boda. Sólo es una especie de protocolo que se debe llevar a cabo para establecer una buena relación entre las familias de los implicados.
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Por otra parte, cuando se quiere pedir la mano de la novia, se lleva prácticamente el mismo proceso.
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Primero se agenda una fecha para establecer una fecha en la que se llevará a cabo la pedida. Una vez llegado el día, se llevan los mismos presentes de la misma manera. No obstante, esta reunión conlleva un carácter mucho más formal.
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Esto, dado que el compromiso de llevar a cabo una boda implica muchas más cosas y temas a tratar. Por lo que en la cita se tiene una platica con la pareja para conscientizarlos del paso que van a dar.
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Finalmente, si la pareja acepta el compromiso, pasan al altar de la casa con flores y las ofrecen a Dios y a los Santos que se encuentran en el altar, pidiendo la bendición de su futuro matrimonio y comprometiéndose ante Dios a realizar su boda en la iglesia del pueblo y, al final, bailar el Xochitelpoch en la fiesta.

EXTRA:
Xochitelpoch se refiere a un palo de madera de apróximadamente tres metros de largo. En la punta lleva un círculo envuelto en papel china y se encuentra rodeado de varas de madera a manera de rayos de bicicleta, adornadas también con papel china de colores.
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Se emplea en las bodas como símbolo de un nuevo comienzo. El padrino de la boda o los padres de los novios, lo toman y bailan con él azotándolo en el suelo hasta destrozarlo, lo que se considera la erradicación de todo lo pasado.